Las recientes revelaciones y movimientos judiciales en torno a El Chapo Guzmán y su familia mantienen la atención internacional. Los acuerdos entre Estados Unidos y México no solo afectan las políticas de ambos países, sino también la dinámica del narcotráfico y la seguridad fronteriza.
El nombre de Joaquín El Chapo Guzmán sigue resonando en las noticias, especialmente tras la extradición de su hijo, Ovidio Guzmán López, a Estados Unidos en 2023. Uno de los acontecimientos recientes más impactantes es el acuerdo que permitió a 17 familiares de Ovidio, y por ende parte del círculo de El Chapo, cruzar la frontera desde Tijuana hacia San Diego. Esta acción fue confirmada por autoridades mexicanas y estadounidenses.
Según lo reporta KPBS Public Media, el jefe de seguridad de México, Omar García Harfuch, admitió que este cruce era parte de una negociación con el Departamento de Justicia de EE.UU. La medida evidencia el valor de la información que la familia Guzmán puede proporcionar a las autoridades estadounidenses para desmantelar las redes del Cártel de Sinaloa.
Las tensiones diplomáticas entre ambos países han escalado. Recientemente, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su descontento por no haber sido informada oficialmente sobre el acuerdo con Ovidio Guzmán. Este tipo de acuerdos, según ella, pueden afectar la soberanía mexicana, sobre todo porque EE.UU. ahora clasifica a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas.
El periodista Raymundo Riva Palacio analiza en su columna de Infobae el desconcierto y la posible preocupación presidencial ante lo que Ovidio Guzmán podría declarar en territorio norteamericano. Riva Palacio sugiere que el pacto incluye protección para la familia de Ovidio a cambio de información estratégica, lo que podría tener repercusiones políticas e incluso judiciales para altos funcionarios mexicanos.
El acuerdo entre EE.UU. y los Guzmán no solo beneficia a la familia del capo. También revela la importancia que tienen los datos y testimonios que podrían cambiar la perspectiva sobre la relación entre el narcotráfico y las autoridades mexicanas. De acuerdo con El Financiero, hay hipótesis que apuntan a que Sheinbaum podría temer las futuras declaraciones de Ovidio y sus efectos en la política interna.
La administración mexicana se encuentra bajo presión, pues la información que salga a la luz en cortes estadounidenses podría no solo impactar las relaciones bilaterales, sino también reconfigurar el panorama político en México. El desafío es grande, pues involucra intereses de ambas naciones, la seguridad en la frontera y la influencia de organizaciones criminales.
El legado de El Chapo Guzmán sigue vivo, ahora con una estrategia internacional que involucra a su familia y a las máximas autoridades de dos países. Los acuerdos recientes demuestran la relevancia que el clan Guzmán mantiene en la arena política y judicial. Prestar atención a estos movimientos puede ser clave para entender los próximos capítulos de la lucha contra el narcotráfico en México y Estados Unidos.
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La historia de El Chapo Guzmán y su familia está lejos de terminar y sus consecuencias podrían sentirse durante años en ambos países.